martes, 9 de octubre de 2007

Podcast 62. Mi Perro (Escuchar/ Listen)


Hace unos años me reía cuando oía a mi vecina hablar con su perro. Ella vive sola y mantenía verdaderos monólogos o diálogos con su perro.

Un día un amigo nos ofreció un perro y aceptamos. Empecé a entender a mi vecina.

Hay que tener un perro para saber cuanto se llega a quererlo.

Cuando llegas a casa, no importa la hora que sea, siempre sale a recibirte, se coloca a tu lado para que le acaricies y desparece en cuanto se lo pides.

Si me siento en el sofa a ver la televisión se tumba a mis pies, su pata encima de mi pie para mantener el contacto.

Si voy a la cocina, va detrás por si me siento generosa y le doy una de sus galletas. Si madrugo el sale pronto pero si es fin de semana y me levanto tarde espera pacientemente. Si tengo prisa elige el primer arbol, si hay tiempo juega entre ellos sin parar.

Se adaptan a todo, a tus horas, a tu ritmo, a tus vacaciones junto al mar, a todo.

He oido que existe una terapia para personas mayores que viven solas que consiste en hacerse cargo de un perro que les hace compañía, les obliga a salir de casa y les hace relacionarse con otras personas.

La idea me parece perfecta, cuidar de un animal es un remedio contra el aislamiento y la soledad. Los paseos y la responsabilidad les hace ser menos apáticos y mas activos

My Pet

Some years ago I laughed when I listened to my neighbour talking to her dog. She lives alone and had real monologues or dialogues with her pet.

One day, a friend offered us a dog and we accepted. I started to understand my neighbour then.

You have to have a dog to realise how much you can love him.

When you arrive home, it doesn’t matter what time it is, he always comes up to greet you and he stands there beside you waiting for you to stroke him and disappears when you ask him.

If I sit on the sofa to watch television he lies down near me, his leg on my foot to be in contact.

If I go to the kitchen, he comes after me in case I feel generous and give him one of his biscuits. If I get up early he goes out early but if it’s the weekend and I get up late he waits patiently. If I’m in a hurry he chooses the first tree, if we have all the time in the world he plays among them nonstop.

They adapt to everything, to your schedule, to your pace, to your holidays at the seaside , to everything.

I have heard that there is a therapy for elderly people living alone that consists of taking care of a pet that keeps them company, makes them leave the house and mix with other people.

I think the idea is perfect, caring for an animal prevents isolation and loneliness.
The regular walks and the sense of responsibility encourage them to be less apathetic and more active.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un perrito muy majo (¿se puede decirlo así?). Gracias por los podcasts. Un saludo desde Sydney, Australia

 
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